EMERGENCIA.



NO PASAR. ¿Hay heridos? ¿muertos? ¿suicidas? ¿Están construyendo un edificio? No. Una grúa colosal que da aspecto de primer mundo acerca a dos operarios a verificar si hay riesgo de desprendimiento de mampostería de una casa antigua: golpean, presionan, tironean, pican. Las ventanas y la puerta están rellenas con cemento. Barrotes, ornamentos y balcones dejan rastro, una huella de lo que era la casa por unos minutos más, mientras los obreros terminan de aflojar lo que cualquier movimiento brioso de la naturaleza podría derribar. No parecen contar con demasiada técnica. Las agrupaciones de fisgones callejeros se arman y desarman: turistas, empleados de la zona, vecinos, transeúntes...  y yo. Me quiero ir a mi casa (bueno, no, eso es una forma de decir), ya quiero cortar con las obligaciones del día que me tienen en esta calle esperando. Positivamente, aprovecho para darle cauce a la escritura. Los que están hace rato comentan que están hace tres horas con ese palito revisando la fachada de lo que a comienzos de 1900 sería una mansión, luego conventillo, luego un petit-hotel, luego hotel familiar, luego casa tomada. Paralelamente, por aquellos años, iniciaba su funcionamiento el “Hotel de Inmigrantes” ahí sí que se palpan cientos de historias de vida… la parte abandonada le otorga dramatismo y realismo para situarse en la época… las puertas cerradas ofrecen la cerradura para espiar: una silla en una gran habitación, los libros de registro de ingreso y salida, los espacios comunes inmensos… quedan pocos objetos de la época. Pasado el desalojo clausuraron la casa. La venta se dificulta porque no hay propietario. Se viene abajo, demasiadas refacciones para que una empresa se la compre a la ciudad dando lugar a un emprendimiento de hotel-boutique. Igual sería bueno que en lugar de esos chanchullos hicieran refugios para amparar a la gente que vive en la calle durante el invierno, ¿no? Por acá en Monserrat, en San Telmo, y Once, últimamente hubo noticias de caídas y consecuentemente tragedias humanas. Afortunada escucho decir que no se permite derrumbar toda la casa porque hay una ordenanza que protege el casco histórico de la ciudad.* Curiosidad por ver su interior, tristeza por los sueños que podrían haber continuado ahí, por el silencio de sus paredes, la familia que se terminó. Seguir adelante, es lógico. Pero las viviendas parecen baúles de recuerdos, símbolos de unión, de proyección. Tal vez para alguien como yo que se ata a las asociaciones. Dejarlo todo, tirar todo, vaciar, separación, alejamiento, exilio, terremoto, inundación: mudarse. En muchos casos para mejor. Surfeo en los cambios, me dan energía… pero el desprendimiento, como cuando te roban, como cuando alguien muere, como cuando una relación se rompe… Un dejar ir parece simplemente una queja material, pero hay un momento de “lo que habría sido” que me quiebra. Lo que salva es comprender un poco, aceptar, arrancar no de cero, sino desde donde dejaste. Desde que estoy acá cuatro hombres me vinieron a vender medias, trapos, encendedores, fósforos, lapiceras, repasadores: perdón por asustar, no vengo a robar, soy feo nomás, no tengo trabajo… No, no, estaba distraída, además, estás trabajando… Sabiendo lo que iba a escuchar me preparaba para gritar y salir corriendo por si la cosa dejaba de ser amistosa… no quiero pecar de confianzuda, confiada, sí… También, pasan a cuenta gotas más de media docena de hombres y mujeres ciegos (debe haber una escuela o trabajo en los alrededores), me acerco a orientar a uno que está a punto de tropezar con la cinta de “prohibido pasar”, justo un empleado de guardia civil se me adelanta y lo detiene. Se repite la operación con los otros, porque se dirigen a las paradas de colectivos que están desviadas por la grúa y la casa. Una chica que pasa, mira el edificio y dice: “¡Qué lástima!”. Sí, yo pienso lo mismo. Su vacío. La desolación. El suspenso. Los fantasmas. La lucha. El dolor. La resignación. Ya no es un hogar.


* se salvaron de las compañías constructoras espejitos de colores que atacan las casas de Palermo haciendo comercios gigantes y chics que no duran ni seis meses con sus alquileres por las nubes security24hs laundry S.U.M guest room play room pool deck barbeque tennis football solarium sauna gym valet parking baño en suite fitting room pisos de madera balcón aterrazado en exclusivos espacios ¿entran bibliotecas? ¿leés o es pura decoración? No hace falta, me entra todo en mi e-bookultra reducidos y sí, si esto era el terreno de una casa que la hicieron torre allá arriba espectacular vista comprate unas lindas cortinas para tus grandes ventanales en todo el departamento que vas a estar face to face con tu nuevos vecinos te volviste tan careta que por un par de amenities chamuyeras te metés en un plan de financiación con facilidades eternas desde el pozo sin desagües suficientes se llena de gente y de autos pero la circulación es demasiado macro para preocuparse hasta que comparás tus expensas con el precio de los zapatos que metiste en el agua mientras el bell-boy se mataba de risa por dentro por tu cara de culo fruncido